Los chakras, como centros energéticos, son especialmente sensibles a quedar bloqueados o en mal funcionamiento por contaminación energética propia o externa. Cuando el funcionamiento de un chakra es normal, se dice que está “abierto” y metaboliza las energías que necesita. Cuando el chakra está perdiendo energía, está “cerrado”. Esto hace que tengamos problemas de salud, decaimiento, cansancio o distintas disfunciones según sea el chackra afectado.

Nuestras auras están comprimidas, rotas, débiles, los agentes externos penetran en ellas de manera fácil en tiempos como los que corren. El miedo, la ira, la impotencia, la venganza, la tristeza, etcétera se han vuelto colectivos e intentar estar conectados a nuestro equilibrio y paz interior son estados efímeros, temporales, pero no es así cómo se transforma una situación, no es entrar a la conciencia puntualmente, tener momentos de lucidez y después seguir caminando entre los obstáculos sin más. Sólo con un verdadero cambio interno se puede modificar lo externo.          

De ahí la importancia de limpiar los chakras y tenerlos armonizados y equilibrados para el buen funcionamiento físico y espiritual.

El trabajo con chakras es una propuesta de prácticas de ascenso controlado donde experimentar distintas técnicas, ejercicios y complementos que corresponden a cada chacra con la intención de sanar, limpiar, desbloquear, armonizar y equilibrar cada uno de estos centros energéticos que nos conducen hacia el camino interior de transformación, recorriendo conscientemente los siete peldaños evolutivos de todo ser humano.

Este ciclo de siete niveles es una escalera que debe ascenderse (sin saltarse ningún nivel) hasta completarse con el último peldaño. El resultado es “Evolución”, el conocimiento a través de la práctica e integración de manera armónica y ordenada. Conseguir una escalera completa de estos siete peldaños activando los siete chakras en su orden producen la ayuda a ese salto evolutivo.      Los chakras deben activarse de uno en uno, y de manera ascendente, Comprender el mundo de la energía en nuestro cuerpo requiere práctica, continuidad y técnica. Cada vez que se mueve voluntariamente un chakra, debe permitirse un tiempo de activación hasta que debamos mover el siguiente. Suceden actitudes y emociones nuevas y se activa la conciencia y el mundo de los sueños para darnos explicaciones más evolutivas. Se abre la comunicación con tu ser, y se potencian los dones.

Para facilitar esta apertura utilizaremos métodos procedentes de diversas vías de conocimiento específicos para cada chacra: color, sonido, esencias egipcias, mantras, afirmaciones, cromoterapia, gemoterapia, geometría sagrada, meditación activa, danza energética, asanas, ejercicios activos, mudras.